La Razón (España) - Mardrid
L. R. R.
Los obispos de la Comisión de Apostolado Seglar animaron ayer a los católicos «a presentar el Evangelio con valentía sin reducir las exigencias del mismo y sin concesiones a los convencionalismos del momento», con motivo de la celebración el próximo 4 de junio, Fiesta de Pentecostés, del día de Acción Católica y del Apostolado Seglar. «Esta firme convicción de anuncio de la Buena Noticia debe llevarnos a superar el miedo o el cansancio para presentar el Evangelio con valentía», aseguran en su mensaje para esta jornada que lleva por lema «Enviados para evangelizar».
Según los prelados, la realidad eclesial presenta «muchos creyentes que profesan una adhesión inquebrantable a Jesucristo y a su Iglesia»; «bastantes bautizados que, con muy buena voluntad y sana intención, se han convertido en el centro de la acción evangelizadora» y, en el extremo opuesto, «cristianos que viven desanimados y desilusionados ante la falta de frutos pastorales y el progreso constante de la indiferencia religiosa». Además, explican que «muchos cristianos viven sumidos en un gran confusionismo doctrinal y vivencial» pues aunque creen en Jesucristo, su fe «no se traduce después en prácticas religiosas ni en comportamientos consecuentes con el seguimiento de Jesucristo y sus enseñanzas». Según los obispos, estos católicos, «han perdido de vista» que un cristiano «no actúa en nombre propio sino en el de Cristo». Ep
Según los prelados, la realidad eclesial presenta «muchos creyentes que profesan una adhesión inquebrantable a Jesucristo y a su Iglesia»; «bastantes bautizados que, con muy buena voluntad y sana intención, se han convertido en el centro de la acción evangelizadora» y, en el extremo opuesto, «cristianos que viven desanimados y desilusionados ante la falta de frutos pastorales y el progreso constante de la indiferencia religiosa». Además, explican que «muchos cristianos viven sumidos en un gran confusionismo doctrinal y vivencial» pues aunque creen en Jesucristo, su fe «no se traduce después en prácticas religiosas ni en comportamientos consecuentes con el seguimiento de Jesucristo y sus enseñanzas». Según los obispos, estos católicos, «han perdido de vista» que un cristiano «no actúa en nombre propio sino en el de Cristo». Ep